1. Patentes – Parte I

En este artículo y en los siguientes, vamos a tratar un tema complejo pero no menos importante, para cuando en un momento determinado y si eres de mente inquieta te puede surgir y no es otra cosa que la capacidad de inventar algo nuevo, novedoso.

Para cuando esto ocurra, debemos pensar que hacer con lo que hemos creado y para ello tenemos lo que se denomina Patente.

¿Qué es una Patente?

Por ello, vamos a definir una Patente como un conjunto de derechos exclusivos que el Estado va a conceder al inventor de un nuevo producto o tecnología, la cual debe ser susceptible de ser explotada comercialmente por un período limitado de tiempo, siendo este de 20 años, a cambio de la divulgación de la invención.

Tenemos que tener presente que el titular de la patente es el único que pude hacer uso de la tecnología que reivindica en la patente o en su defecto, autorizar a terceros para que la utilice, bajo una serie de condiciones por parte del titular de la patente.

Requisitos de una Patente

Pero antes de conceder una patente, a un inventor, se debe verificar unos requisitos para considerar el invento patentable, siendo estos los siguientes:

1. La invención tiene que ser nueva.
2. Tiene que implicar una actividad inventiva.
3. Debe de tener una aplicación industrial.

Debemos considerar que una invención es nueva, cuando la información de la invención no puede haber estado a disposición del público en ningún lugar del mundo antes de la presentación formal de la solicitud.

De igual forma, denominamos actividad inventiva, cuando la invención no puede ser evidente u obvia para un especialista medio en la materia, es decir, debe de superar lo que se llama el Estado de la Técnica, es decir, constituye el Estado de la Técnica cualquier prueba de que su invención ya se conocía.

Para ello, sería suficiente, que alguien, en un momento anterior, haya descrito, mostrado o hecho algo que contenga un uso de la tecnología que sea muy similar a su invención.

Y por último, entendemos que tiene una aplicación industrial cuando su objeto pueda, en principio, ser producido o utilizado en cualquier tipo de industria.